La Historia y el progreso

La libertad guiando al pueblo

Hubo un tiempo pasado en que se pensó que el conocimiento de la Historia contribuiría a solucionar los problemas del presente. Historia est magistra vitae, la Historia es maestra de la vida, en las palabras del romano Cicerón. Sin embargo la Historia tiene un toque humano, y por tanto subjetivo, que la desvirtúa como ciencia exacta. Subjetiva o no, siempre enseña algo, por no decir mucho, por lo que su desconocimiento es todavía más destructivo para las sociedades.

El concepto del enfoque constructivo de la Historia ha ido cambiando en el tiempo y las culturas. La Historia es progresiva, como curso de los acontecimientos y como documentación de su constancia. El contenido de la Historia no puede ser captado más que a medida que vayamos experimentándola. El progreso no es una línea recta. Hay períodos de regresión y otros de progreso. El progreso no es igual, ni simultáneo para todos. La creencia en el progreso no significa creer en su proceso, cualesquiera que sea, sino en el desarrollo progresivo de las potencialidades humanas. El progreso es un término abstracto.

Si la Historia es la suma de las historias de la sociedad y las personas que integran esa sociedad. ¿A alguien le puede extrañar que haya momentos de progresos y otros de regresión?

La historia, además de un diálogo entre el pasado y el presente, es un diálogo entre los acontecimientos del pasado y las metas del futuro que emergen progresivamente.


Comentarios