La Edad Media hispánica posee ciertas peculiaridades que la diferencian de la de otros países europeos, como Francia o Centroeuropa.
En la Edad Media Española existe una pluralidad geográfica, creada por las circunstancias de la invasión musulmana y la posterior reconquista. Además aparece dividida en dos bloques: el cristiano y el musulmán. Dentro del bloque cristiano aparecen cuatro estados: Portugal, Corona de Castilla, Navarra y Corona de Aragón. Al-Andalus aparece con una personalidad propia, pero no se puede situar fuera del contexto del Islam.
No se puede olvidar el concepto de España como un ámbito geohistórico dotado de cierta personalidad, incluso fuera de España. No se puede por tanto ignorar que hubo una España medieval, lo mismo que hubo una Italia, una Francia, una Alemania o una Inglaterra medievales.
Existe un hecho que marca profundamente la Historia Medieval hispana, que es la reconquista. Como muy bien dijo Sánchez Albornoz, sin la Reconquista España hubiera seguido el mismo derrotero que Francia, Inglaterra o Alemania. La Reconquista dio personalidad a la Edad Media española. De esta manera se ha considerado la fecha de 711 como el inicio de la Edad Media hispana, considerándose los siglos anteriores, del V al VIII como una introducción a esta. Y tradicionalmente se ha invocado como término final la fecha del descubrimiento de América: 1492, que marcó un cambio en la Corona de Castilla. Dentro de esta acotación existen tres períodos: hegemonía en la Península del poder musulmán (siglos VIII-IX-X), época de plenitud (siglo XI hasta mediados del siglo XIII) y baja Edad Media hispánica (mediados del siglo XIII al siglo XV).
Ciertas peculiaridades hispanas, tipificadas por la literatura como propias del arquetipo castellano, como las libertades, los fueros, la soberbia, la fe o la debilidad de las instituciones feudovasalláticas, no se pueden entender, en comparación con la historia medieval de países de nuestro entorno, sin el hecho histórico de la Reconquista.
En la Edad Media Española existe una pluralidad geográfica, creada por las circunstancias de la invasión musulmana y la posterior reconquista. Además aparece dividida en dos bloques: el cristiano y el musulmán. Dentro del bloque cristiano aparecen cuatro estados: Portugal, Corona de Castilla, Navarra y Corona de Aragón. Al-Andalus aparece con una personalidad propia, pero no se puede situar fuera del contexto del Islam.
No se puede olvidar el concepto de España como un ámbito geohistórico dotado de cierta personalidad, incluso fuera de España. No se puede por tanto ignorar que hubo una España medieval, lo mismo que hubo una Italia, una Francia, una Alemania o una Inglaterra medievales.
Existe un hecho que marca profundamente la Historia Medieval hispana, que es la reconquista. Como muy bien dijo Sánchez Albornoz, sin la Reconquista España hubiera seguido el mismo derrotero que Francia, Inglaterra o Alemania. La Reconquista dio personalidad a la Edad Media española. De esta manera se ha considerado la fecha de 711 como el inicio de la Edad Media hispana, considerándose los siglos anteriores, del V al VIII como una introducción a esta. Y tradicionalmente se ha invocado como término final la fecha del descubrimiento de América: 1492, que marcó un cambio en la Corona de Castilla. Dentro de esta acotación existen tres períodos: hegemonía en la Península del poder musulmán (siglos VIII-IX-X), época de plenitud (siglo XI hasta mediados del siglo XIII) y baja Edad Media hispánica (mediados del siglo XIII al siglo XV).
Ciertas peculiaridades hispanas, tipificadas por la literatura como propias del arquetipo castellano, como las libertades, los fueros, la soberbia, la fe o la debilidad de las instituciones feudovasalláticas, no se pueden entender, en comparación con la historia medieval de países de nuestro entorno, sin el hecho histórico de la Reconquista.
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